Transmitir este tipo de circunstancias no es fácil cuando de por medio está el dolor de varias familias que no volverán a ver a sus hijos, inmersos en lo absurdo de un accidente del que no pudieron escapar.
Transmitir este tipo de circunstancias no es fácil cuando de por medio está el dolor de varias familias que no volverán a ver a sus hijos, inmersos en lo absurdo de un accidente del que no pudieron escapar.
Queda el recuerdo de quienes acompañaron en su último viaje a su equipo y dejaron la sensación de grandeza por hacerlo con un equipo prácticamente juvenil. Obviamente demostrando dos grandes valores de la vida: lealtad y perseverancia.
Para sus familias el sentido pésame por su partida y las condolencias pertinentes por el dolor que no sanará jamás, esperando llegue algún tipo de consuelo en unas pocas palabras de aliento de un grupo de personas unidas en procura de su resignación y cercanas a la pasión que los movilizó con tanto amor por las carreteras de nuestra amada Colombia.