Luego de observar los artículos escritos en la prensa de hoy de Ibagué nos queda totalmente clara una cosa: el usual ejercicio de no saber perder fue protagonizado nuevamente en nuestro país y esta vez por parte de la prensa tolimense.
Luego de observar los artículos escritos en la prensa de hoy de Ibagué nos queda totalmente clara una cosa: el usual ejercicio de no saber perder fue protagonizado nuevamente en nuestro país y esta vez por parte de la prensa tolimense.
Dicen en sus artículos los redactores del periódico El Nuevo Día de Ibagué que "de nuevo apareció la mano oscura de los árbitros" haciendo alusión al arbitraje de Luis Sánchez en Medellín y de Francisco Peñuela en el Murillo Toro. Añade además el mencionado diario en páginas internas que "… Hasta que en el minuto 69 Peñuela completó la faena y expulsó injustamente a Wílmer Díaz…", desconociendo absurdamente la ley del último hombre.
Es menester de la prensa seria y responsable, aquella que trabaja con decoro para el destinatario final que es un público que espera transparencia e imparcialidad, informar acerca de las situaciones que se viven de ambas partes y olvidan de forma dirigida el penal a Víctor Ibarbo que no fue sancionado en Medellín, la expulsión que merecía Gustavo Bolívar en el Atanasio, el injusto penalti con el cual Tolima ganó ayer su partido en Ibagué y el pito injustificado del juez de anoche que acorraló a Nacional en su propio terreno. Saber perder y saber informar es un lindo ejercicio que combinado entrega credibilidad y confiabilidad, algo que olvidaron anoche en sus teclados nuestros amigos en Ibagué.
