Jugar ante otro grande de Suramérica, en rondas que definen la mística de la instituciones, en terrenos que determinan la jerarquía de los planteles y a metros de hacer historia, es el escenario soñado por la afición Verdolaga.
Jugar ante otro grande de Suramérica, en rondas que definen la mística de la instituciones, en terrenos que determinan la jerarquía de los planteles y a metros de hacer historia, es el escenario soñado por la afición Verdolaga.
Por eso este partido de esta noche ante San Pablo de Brasil se instala en el ámbito internacional como el principal juego de la última década verde junto a los comptomisos de octavos de final de Libertadores ahte Liga de Quito 2006, Fluminense 2008 y Vélez 2012.
Desde Boca Juniors 2003 los nacionalistas no avanzaban tan lejos en Conmebol y esta noche en Morumbí se tienen los primeros 90 minutos para acabar el hechizo de 18 años sin probar semifinales de torneos continentales.