Por el fútbol, por la seguridad, por el método, por el orden, por el equilibrio, por los goles, por el triunfo, por vencer en Morumbí, por hacerlo en una Semifinal de Libertadores.
Po Armani y su Copa, por Bocanegra y su sobriedad, por Davinson y sus ganas, por Henríquez y su letal categoría para discernir cuando si y cuando no, por Díaz y su entrega, por Mejía y su orden, por Pérez y su técnica.
Por el fútbol, por la seguridad, por el método, por el orden, por el equilibrio, por los goles, por el triunfo, por vencer en Morumbí, por hacerlo en una Semifinal de Libertadores.
Po Armani y su Copa, por Bocanegra y su sobriedad, por Davinson y sus ganas, por Henríquez y su letal categoría para discernir cuando si y cuando no, por Díaz y su entrega, por Mejía y su orden, por Pérez y su técnica.
Pero además por Torres y su jerarquía, por Ibargüen y su finura, por Marlos y su magia, por el recién llegado Borja y sus goles, por Guerra y su capacidad, por el cuerpo técnico y su sabiduría. OBRIGADO NACIONAL.