Hace parte de la lista de viajero a Bogotá, pero el recuerdo más reciente de Vladimir Hernández fue un salto acrobático y cabezazo para el tercer gol en el Atanasio contra Atlético Huila. Un gol que le dedicó a su abuelo, pero que provocó el delirio de la tribuna que coreó su nombre para demostrarle el respeto y el cariño a un jugador que lo deja todo en la cancha.
Y aunque confiesa que ese cántico lo sorprende, no oculta su felicidad. «La confianza que nos ha dado el profe nos ha permitido potencializarnos. No pensé que podría escuchar mi nombre en el Atanasio, pero me siento muy feliz, lo mismo siente mi familia. Espero que esos cantos sean con más títulos porque quiero ganar muchas copas con Nacional», dijo el volante nacido en Arauca.
Su juego vistoso y efectivo en zona de ataque es clave en el esquema del profesor Juan Carlos Osorio y mucho más cuando tiene como socios en el medio campo a Jarlan Barrera, Yerson Candelo, Daniel Muñoz, Juan Pablo Ramírez y Pablo Ceppelini.
«Esperamos que sea un gran semestre para el equipo, que logremos los objetivos y para eso estamos trabajando. En lo personal hay que demostrar con fútbol y goles. Tenemos muchos jugadores de calidad en el medio campo y el ataque para jugar muy bien, bonito y con efectividad», dijo Vladimir.
El próximo reto será mañana: Independiente Santa Fe por la vuelta de los octavos de final de la Copa Águila en El Campín, para asegurar la clasificación a la siguiente fase. Hernández no se confía y sabe que el rival llegará motivada, pero confía en las capacidades del equipo para lograr la victoria en la capital.
