Las tribunas llenas, las ovaciones a la orden del día, el apoyo irrestricto, la tela verde que no deja ver el cemento, los cánticos en todo su furor y obviamente la puesta en escena de un equipo protagonista, arrollador y vencedor, son los marcos que queremos ver esta noche en el estadio Atanasio Girardot para el duelo ante Millonarios.
Las tribunas llenas, las ovaciones a la orden del día, el apoyo irrestricto, la tela verde que no deja ver el cemento, los cánticos en todo su furor y obviamente la puesta en escena de un equipo protagonista, arrollador y vencedor, son los marcos que queremos ver esta noche en el estadio Atanasio Girardot para el duelo ante Millonarios.
Sin importar la fecha anterior, el público nacionalista debe ir a acompañar a Atlético Nacional en un partido que sirve para construir destinos, como por ejemplo en 2007 cuando el equipo de Quintabani dejó atrás todas sus dudas venciendo a Millonarios 1-0 en Bogotá con gol de Patiño y se encaminó hacia la novena estrella.
Por la lealtad y la nobleza de ir siempre, o por la rabia y el dolor de la goleada en Ibagué, nadie debería perderse el encuentro ante Millonarios porque sirve para construir, para edificar, para colocar un nuevo ladrillo en la esperanza Verdolaga de coronar otro semestre con vuelta olímpica. La misión del hincha es ir, alentar, presenciar, acompañar. Hoy más que nunca en este semestre, el estadio debe estar repleto como fórmula de motivación en busca de la victoria.
