Los diez minutos de adición del juez Buitrago fueron exiguos para lo que se dejó de jugar en el período complementario. La sola espera a que saliera el arquero Castellanos, marrullero y egoista con el espectáculo, pasó del minuo 27 con siete segundos, cuando el defensor central cucuteño evacuó la pelota tras la oportunidad fallida de Berrío, hasta el minuto 32 con 28 segundos cuando Edwin Cardona cobró el respectivo tiro de esquina.
Los diez minutos de adición del juez Buitrago fueron exiguos para lo que se dejó de jugar en el período complementario. La sola espera a que saliera el arquero Castellanos, marrullero y egoista con el espectáculo, pasó del minuo 27 con siete segundos, cuando el defensor central cucuteño evacuó la pelota tras la oportunidad fallida de Berrío, hasta el minuto 32 con 28 segundos cuando Edwin Cardona cobró el respectivo tiro de esquina. 5:21 minutos se perdieron en esa sola jugada, que sumada a la primera «lesión» del novelesco portero motilón, a los 50 segundos que se perdieron sacando en camilla a Cochas y a los demás cambios efectuados hubiera dado para doce minutos de reposición.
El gol de Nacional muestra a las claras la actitud del equipo en busca de la victoria, con un hombre menos en la cancha (Chicho Pérez dijo que a los jugadores de Nacional les faltaba sentido de pertenencia y le demostraron lo contrario), y con las ganas demostradas. Resulta que para ese momento Palomino actuaba de defensor central, Cardona de volante de marca y Ezequiel Maggiolo, quien es el que recupera la pelota en zona dos con una volea, tiene arrestos físicos para llegar luego de la gran jugada de Berrío a disputar la pelota con los centrales y pasarle la bola a Pabón para hacer estallar el estadio. Un verdadero culto al coraje.
