El mito de un equipo perfecto que había empezado poco tiempo atrás en el plano local, dominando a placer la liga, merecía poder trascenderlo a las fronteras continentales y reescribir la historia, con unos jugadores recibidos para siempre de verdolagas.
El mito de un equipo perfecto que había empezado poco tiempo atrás en el plano local, dominando a placer la liga, merecía poder trascenderlo a las fronteras continentales y reescribir la historia, con unos jugadores recibidos para siempre de verdolagas.
Higuita, Perea, Andrés, Villa, Gómez, Álvarez, García, Pérez, Fajardo, Uzu, Tréllez, Arango y Maturana, tienen compañía. En el sitial de las deidades verdes se han sentado además, Rueda, Armani, Bocanegra, Sánchez, Henríquez, Díaz, Mejía, Pérez, Guerra, Torres, Moreno, Borja y Berrío.
En una noche maravillosa que pasó a la historia, Atlético Nacional nuevamente clavó su bandera en lo más alto del continente y desde allí la hermosa música Verdolaga se escuchó como melodía celestial para el mundo gracias a un plantel que merece un apelativo eterno: el equipo del milenio. Congelen el tiempo, paren el reloj: queremos sentarnos muchas semanas a contemplar esta belleza llamada, EL CIELO DE AMÉRICA.