Sin importar lo que se juegue, que es mucho, ni el resultado, que tocará los corazones de los aficionados de ambos equipos, cosas más importantes sucederán al final del partido y en las horas siguientes al clásico número 274 de la historia: compartir en familia la navidad que se acerca y soñar junto a los seres queridos de un 2013 mucho mejor.
Sin importar lo que se juegue, que es mucho, ni el resultado, que tocará los corazones de los aficionados de ambos equipos, cosas más importantes sucederán al final del partido y en las horas siguientes al clásico número 274 de la historia: compartir en familia la navidad que se acerca y soñar junto a los seres queridos de un 2013 mucho mejor.
La invitación de Atlético Nacional para todos sus aficionados en la noche de hoy es la de alentar al equipo antes del partido y durante el desarrollo del mismo y sin importar qué pueda suceder en esos trascendentales 90 minutos de juego, tener siempre presente la idea de que sobre las 11 de la noche una familia estará pendiente del regreso de sus hijos adorados.
Saber ganar y saber perder deben estar presentes en cada hincha de Nacional antes de asistir al estadio, o verlo en cualquier barrio de la ciudad, para entender una vez concluidos los 90 minutos de juego, cómo actuar en cualquiera de los dos escenarios. Vamos verdolagas a conquistar la victoria, pero si el destino quiere que hoy no sea nuestro d+ía de felicidad, sepámonos comportar a la altura sabiendo que hay familias esperando nuestro regreso.
