El tiempo pasa pero no con la velocidad que quisiéramos, mañana a las nueve y media de la noche América tendrá un campeón y las posibilidades de que sea Atlético Nacional están latentes cuando enfrente a Independiente del Valle, equipo con el que igualó a un gol en su visita a Ecuador.
El tiempo pasa pero no con la velocidad que quisiéramos, mañana a las nueve y media de la noche América tendrá un campeón y las posibilidades de que sea Atlético Nacional están latentes cuando enfrente a Independiente del Valle, equipo con el que igualó a un gol en su visita a Ecuador.
Todos a nuestra forma nos vamos preparando para el compromiso, con mente dispuesta a alentar, con corazón cargado para recibir las emociones, con los ánimos desbordados por recibir en casa la tercera final de la historia de la Copa Libertadores de América.
Solamente 36 horas nos separan del final del torneo más importante del año en este 2016: y todos soñando, rezando y orando para que el laurel se quede en casa. Para que la gloria vuelva a vestirse de Verdolaga.